Defendamos nuestra fe aún en el devenir de este mundo
Tanto han crecido los enemigos de la Verdad, los enemigos de la Ortodoxia, que podrían llegar a confundirte, hasta que, lo quieras o no, terminarás enredándote con ellos.
El hombre no fue creado por Dios con el egoísmo en su interior. Ciertamente, el propósito de la creación del hombre es que llegue a santificarse, pero el maligno busca la forma de sembrarle el egoísmo. Él sabe y está convencido de que el hombre egoísta no puede alcanzar el Reino de los Cielos. El problema es que, como humanos, somos débiles...
Es necesario reconocer que estamos en los tiempos del Anticristo. Y estas son sus obras. ¡Así, no nos destruyamos solos! Si destruyes tu nación, destruyes también la Ortodoxia, y tendrás que hacerte un nuevo camino hacia la fe correcta.
Tanto han crecido los enemigos de la Verdad, los enemigos de la Ortodoxia, que podrían llegar a confundirte, hasta que, lo quieras o no, terminarás enredándote con ellos.
Si el monje carece de estos tres aspectos: obediencia, renuncia a su propia voluntad y humildad, se hallará en un peligro sin fin.
Alguien le preguntó al padre Dionisio: “¿Realmente cree que puede ayudar a alguien con sus cartas?”. Y él respondió: “Hay personas que dicen: Así fue como me lo aconsejaron los del Santo Monte Athos, y terminan apartándose de sus pecados. ¿Por qué? Porque esto fue lo que les escribieron desde el Santo Monte”.
(Traducido de: Stareţul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, p. 293)